Todo jefe es un líder, mientras que no todo líder es jefe
En este año he podido apreciar como la tendencia general de los cursos de
liderazgo intensifican cada vez más una brecha entre ser jefe y ser líder.
El que haya leído algo sobre las teorías de liderazgo podrá encontrar
publicaciones y tendencias que no difieren tanto entre sí, por el contrario, se
complementan en áreas diferentes. Sin embargo, ninguna de estas teorías
identifica el liderazgo como algo diferente de la jefatura, a la intensidad en que
se observa en algunas opiniones que pululan en internet y que se da en ciertos
cursos de liderazgo. Hay artículos que reflejan las diferencias entre ser
un jefe y un líder caracterizando a un jefe como si fuera la antítesis de un
líder.
La frase jefe vs líder
inmediatamente da resultados sesgados en una busqueda en internet
(http://www.liderarte.net/jefe-vs-lider/) ya que lo que se espera encontrar es
que un jefe no es un líder o que hay marcadas diferencias (y también endiablan
al jefe y enaltecen al líder, supuestamente diferentes).
Ahora bien, la teoría de liderazgo ampliamente encontrada en internet indica
que hay tipos de liderazgo, e indica la función principal de todo líder:
dirigir, y para dirigir se necesita personas con quienes hacerlo.
Hay líderes que ejercen esta dirección sin tener una posición de jerarquía,
por ejemplo en un grupo de voluntarios, y hay líderes que tienen la ventaja de
su jerarquía, que son desde el Presidente de un país hasta el supervisor de
cualquier pequeña empresa. Por ende, todo Jefe es un líder porque ejerce
dirección, sin embargo no todo líder es un jefe, porque no todos los líderes
tienen una posición jerárquica. Hasta ahora es claro que todo jefe es un
líder, mientras que no todo líder es jefe.
Buen y Mal
Líder
Según la teoría de liderazgo de B.M. Bass, http://ipsicologo.com/2012/11/analizando-al-jefe-tipos-de-lideres.html,
https://en.wikipedia.org/wiki/Transformational_leadership,
el líder debe ser alguien que tenga dentro de su proceso de dirección el poder
motivar a sus seguidores a una transformación intrínseca del ser. Muchos
han confundido esto con la “definición” del líder, sin haber podido separar el
método de la función, en otras palabras, el resultado vs el método de
obtenerlo. Lo cierto es que el líder tiene su función, a veces
asignado y a veces otorgado por la situación. Esta función es dirigir al
grupo a obtener algún resultado que solo en equipo se puede lograr.
Así pues, el método o proceso también dependerá de las circunstancias de los
objetivos a lograr. Es cierto que para muchos libre-pensadores lo mejor
es que toda decisión y acción dentro de un equipo de trabajo sean previamente
discutidos, acordados, democráticamente elegidos, etc. Otros también
quisieran poder admirar a su líder (y para esto tendrían que conocerlo, o sea,
debe haber pasado algún tiempo). Sin embargo, no todas las situaciones se
prestan para que los libre-pensadores tengan su ideal de mecanismo de trabajo.
Hay veces que hay que trabajar sin cuestionar, decidir sin tener en cuenta un
consenso, y tener el resultado que se espera en el tiempo en que se necesita, y
lo más importante, no siempre habrá un líder a quien admirar para seguir.
Por ende, el líder de turno (que puede ser el jefe, el gerente, supervisor,
etc.) del equipo de trabajo tiene sus funciones específicas (dirigir para
obtener un resultado), que si se encuentra en una circunstancia con límites
exigentes, no da pie para que todo este tema del liderazgo transformacional se dé
apropiadamente. Que el jefe pueda que no cumpla con el ideal de liderazgo
según la teoría de moda, es una posibilidad, pero sigue siendo el líder y por
ende dirigirá a su equipo para obtener resultados.
Por ello, finalmente y conclusivamente, todo líder, sea este un
administrador de proyectos, presidente, jefe, gerente, o un líder de un equipo
voluntario, debe ser medido por sus resultados obtenidos primero según sus
circunstancias, y si son buenos los resultados ojalá también haya tenido esa
transformación en sus seguidores. Si obtuvo sus resultados adecuadamente se
ganó su pastel, y si transforma a su equipo, tendrá su cereza. Pero un
jefe siempre será un líder, y un líder podrá ser bueno o malo, jerárquico o no.